Confieso.
A veces hablamos, y decimos, como si fuera normal. Pero hoy me interesa confesar algo. Ponerle ese título le da un marco de seriedad. Sin embargo lo que voy a confesar no es grave, ni malo, sino una proclamación, una revelación de algo que me llena aveces, y me vacía otras. Confieso arte. Confieso arte. Confieso ARTE. Confieso que aveces, cuando te pensaba escribía tu nombre casi pintando una caligrafía detallada. Confieso, otras veces en la soledad de una casa grande y vacía entoné a todo pulmón "O mio babbino caro", con la voz de María Callas de fondo. Confieso haber sentido el mayor de los placeres el día que logré jugar con dos acordes en la guitarra. Confieso que miré una de tus fotos y copié de ahí un dibujo realista... o tres, o cuatro. Confieso que aveces, en esas tardes de otoño, caminando calles vacías o apoyando la cabeza en ventanas heladas de colectivos hablaba para mis adentros, pensando en escribir. Me conté infinitas historias. Confieso haber escrito,...