Desorden
Ese día me sentí incómoda.
Estaba sola. Sentada estudiando. Y tenía mucho sueño. Esa sensación de que se te caen los ojos y que lo unico que querés es una almohada para caer ahí y no salir más.
Pero no podía, no había almohada cerca.
Corrí el cuaderno, las lapiceras y acurruqué el codo, para apoyar la cabeza.
Y entonces me di cuenta.
El bordecito de ese hueso que tenemos en la cabeza, la parte de la mejilla, chocaba con mi brazo, de una forma que sentía los huesos, de cualquier forma era una posición incómoda, como acostarse sobre un montón de ramas tapadas con tela. Se entiende lo que quiero decir? Sentía mis huesos, porque mi piel y mi carne eran tan finitos que me hacían sentir incómoda.
Tiene que ser una ilusión, pensé.
Entonces miré la pulsera que me habían regalado cuando cumplí 15. Tan grande me quedaba? No siempre había sido así.
Miré mi cinturón, y el jean todo fruncido, que con cinturón y todo, igual se me caía cuando me levantaba.
Mis dedos, huesudos. Casi podía ver la unión de las articulaciones.
Me ví flaca. Mis ojos cargados de sueño, de golpe los sentí enfermos. No era solo sueño, estaban hundidos en esas ventanas huesudas en mi cara.
Me sentí mal. Quise acomodarme mejor para dormir, no era grave quizás solo estaba un poco flaca.
Me apoyé contra la mesa, mareada. Y sentí como chocaban mis costillas contra el borde.
Algo estaba mal.
Me sentí enferma, otra vez,
Me miré, como desde afuera, tratando de entender qué había pasado. Cuándo había llegado a esto. Cómo fue que pasó.
No podía. Pero ahí estaba, hecha una bolsa de huesos.
Pensé en esa frase que usaba mi mamá cuando miraba los desfiles de moda en la tele. "¡Mirá esa, piel y hueso!"
Nos reíamos, no entendía yo como podían dejar de lado el chocolate, las milanesas. Tantas cosas.
De esas cosas que hoy no puedo ni ver. No puedo tampoco entender.
Tanto tiempo intentando verme bien, estar bien, haciendo todos esos ejercicios, y tanto por llegar al ideal. y siempre sintiendome sin resultados.
Y ahora lo veo.
Fue demasiado.
Y es raro, porque yo siempre me sentí bien.
Y ahora estoy mareada, tengo un cansancio absoluto.
Me cuesta entender, debe ser una ilusión. Yo estoy bien, no estoy flaca.
Estoy bien.
Estoy bien.
Estoy bien.
Estoy bien.
Me gusta verme bien, estoy bien. Me sigo convenciendo. Estoy bien.
Seguro es una ilusión. Sería tan lindo que sea real.
Estaba sola. Sentada estudiando. Y tenía mucho sueño. Esa sensación de que se te caen los ojos y que lo unico que querés es una almohada para caer ahí y no salir más.
Pero no podía, no había almohada cerca.
Corrí el cuaderno, las lapiceras y acurruqué el codo, para apoyar la cabeza.
Y entonces me di cuenta.
El bordecito de ese hueso que tenemos en la cabeza, la parte de la mejilla, chocaba con mi brazo, de una forma que sentía los huesos, de cualquier forma era una posición incómoda, como acostarse sobre un montón de ramas tapadas con tela. Se entiende lo que quiero decir? Sentía mis huesos, porque mi piel y mi carne eran tan finitos que me hacían sentir incómoda.
Tiene que ser una ilusión, pensé.
Entonces miré la pulsera que me habían regalado cuando cumplí 15. Tan grande me quedaba? No siempre había sido así.
Miré mi cinturón, y el jean todo fruncido, que con cinturón y todo, igual se me caía cuando me levantaba.
Mis dedos, huesudos. Casi podía ver la unión de las articulaciones.
Me ví flaca. Mis ojos cargados de sueño, de golpe los sentí enfermos. No era solo sueño, estaban hundidos en esas ventanas huesudas en mi cara.
Me sentí mal. Quise acomodarme mejor para dormir, no era grave quizás solo estaba un poco flaca.
Me apoyé contra la mesa, mareada. Y sentí como chocaban mis costillas contra el borde.
Algo estaba mal.
Me sentí enferma, otra vez,
Me miré, como desde afuera, tratando de entender qué había pasado. Cuándo había llegado a esto. Cómo fue que pasó.
No podía. Pero ahí estaba, hecha una bolsa de huesos.
Pensé en esa frase que usaba mi mamá cuando miraba los desfiles de moda en la tele. "¡Mirá esa, piel y hueso!"
Nos reíamos, no entendía yo como podían dejar de lado el chocolate, las milanesas. Tantas cosas.
De esas cosas que hoy no puedo ni ver. No puedo tampoco entender.
Tanto tiempo intentando verme bien, estar bien, haciendo todos esos ejercicios, y tanto por llegar al ideal. y siempre sintiendome sin resultados.
Y ahora lo veo.
Fue demasiado.
Y es raro, porque yo siempre me sentí bien.
Y ahora estoy mareada, tengo un cansancio absoluto.
Me cuesta entender, debe ser una ilusión. Yo estoy bien, no estoy flaca.
Estoy bien.
Estoy bien.
Estoy bien.
Estoy bien.
Me gusta verme bien, estoy bien. Me sigo convenciendo. Estoy bien.
Seguro es una ilusión. Sería tan lindo que sea real.
¡Muy bueno!
ResponderEliminarGracias!
ResponderEliminar