Zapatos nuevos.
Tema trillado: La zona de confort.
Perdón, pero necesito decirlo: salí de ahí. YA.
Como persona individual es fácil tomar esa decisión (relativamente fácil) te levantás un día y sentís que estás cansado. Pero...¿Cómo? si acabo de despertarme, ¿Ya estoy cansada?
Sí, ahí está el momento cuando te das cuenta de que estás harto de levantarte y sentirte acostumbrado, cómodo. Tranquilo.
Porque viene el momento de mi trabajo/universidad/día de la semana libre que me toca y sé lo que va a pasar despues y si no llega a haber algo externo que cambie mi día... sé también como va a terminar, a qué hora me voy a ir a dormir y con qué personas voy a hablar.
El día que te cansás de esa seguridad de saber qué sigue... ahí es cuando te toca salir de esa zona de confort.
Esa es la parte fácil. La de saber cuándo. La pregunta complicada es la del cómo.
¿Cómo salgo? ¿A dónde voy? ¿Qué pasa si no puedo? ¿Y si me sale mal?
Las respuestas son: como puedas, salí como puedas, la primera oportunidad que te guste para salir de tu rutina, la primera que veas ahí te metés. Abris la puerta que más te guste. Un viaje, conocer gente nueva, vivir experiencias nuevas, aprender algo nuevo, desafiarte a vos mismo.
¿A dónde vas? A crecer. Pienso que es como un par de zapatillas nuevo, un tallecito más grande que tus pies. Te metés adentro primero para probar como te queda y te sentís incómodo, distinto, más liviano o más pesado. Ya no son tus zapas cómodas de siempre moldeadas por el uso, ya no sentís igual. Pero vas probando. Porque lo viejo ya no te queda, lo de siempre ya te cansa. Y te sentís limitado en algunos lugares, aprieta al costado, pero me queda grande y puedo poner un pie por acá. Lo ato más fuerte porque me queda grande. Y de a poquito vas haciendo, vas caminando lo nuevo y te sentís mejor, pasa el tiempo y te crece el pie, y tu nuevo espacio ya no te queda tan grande, ya no te sentís raro, ya está bien. Te acomodás. Así pasa creo. Es una comparación un poco básica. Pero se entiende?
Y si no puedo bueno... intento otra cosa. Nada es para siempre. Al fin y al cabo ese par de zapatos que hoy son nuevos mañana van a ser viejos y de todas maneras lo voy a cambiar algún día. Elijo algo diferente y cambio. Y quizás en ese "no me queda el zapato" también podemos aprender algo.
porque todas nuestras experiencias nos hacen aprender algo.
Perdón, pero necesito decirlo: salí de ahí. YA.
Como persona individual es fácil tomar esa decisión (relativamente fácil) te levantás un día y sentís que estás cansado. Pero...¿Cómo? si acabo de despertarme, ¿Ya estoy cansada?
Sí, ahí está el momento cuando te das cuenta de que estás harto de levantarte y sentirte acostumbrado, cómodo. Tranquilo.
Porque viene el momento de mi trabajo/universidad/día de la semana libre que me toca y sé lo que va a pasar despues y si no llega a haber algo externo que cambie mi día... sé también como va a terminar, a qué hora me voy a ir a dormir y con qué personas voy a hablar.
El día que te cansás de esa seguridad de saber qué sigue... ahí es cuando te toca salir de esa zona de confort.
Esa es la parte fácil. La de saber cuándo. La pregunta complicada es la del cómo.
¿Cómo salgo? ¿A dónde voy? ¿Qué pasa si no puedo? ¿Y si me sale mal?
Las respuestas son: como puedas, salí como puedas, la primera oportunidad que te guste para salir de tu rutina, la primera que veas ahí te metés. Abris la puerta que más te guste. Un viaje, conocer gente nueva, vivir experiencias nuevas, aprender algo nuevo, desafiarte a vos mismo.
¿A dónde vas? A crecer. Pienso que es como un par de zapatillas nuevo, un tallecito más grande que tus pies. Te metés adentro primero para probar como te queda y te sentís incómodo, distinto, más liviano o más pesado. Ya no son tus zapas cómodas de siempre moldeadas por el uso, ya no sentís igual. Pero vas probando. Porque lo viejo ya no te queda, lo de siempre ya te cansa. Y te sentís limitado en algunos lugares, aprieta al costado, pero me queda grande y puedo poner un pie por acá. Lo ato más fuerte porque me queda grande. Y de a poquito vas haciendo, vas caminando lo nuevo y te sentís mejor, pasa el tiempo y te crece el pie, y tu nuevo espacio ya no te queda tan grande, ya no te sentís raro, ya está bien. Te acomodás. Así pasa creo. Es una comparación un poco básica. Pero se entiende?
Y si no puedo bueno... intento otra cosa. Nada es para siempre. Al fin y al cabo ese par de zapatos que hoy son nuevos mañana van a ser viejos y de todas maneras lo voy a cambiar algún día. Elijo algo diferente y cambio. Y quizás en ese "no me queda el zapato" también podemos aprender algo.
porque todas nuestras experiencias nos hacen aprender algo.
Comentarios
Publicar un comentario